martes, 27 de febrero de 2018

10 km (Maratón Castellón 2018)

Me encontraba realmente bien...eso creía yo. Buen desayuno, buen calentamiento y buenas sensaciones, me gusta.
La idea principal era ayudar a un colega a bajar de 41:50 que era su marca personal y yo...hacer un poco de liebre. Salida multitudinaria con los participante de la maratón de Castellón y pronto llevé las riendas de la carrera. Ritmo de carrera tendría que ser a 4´10" para que mi colega pudiera bajar su marca...kilómetro 1 perfecto...kilómetro 2, 3, 4 bien...llegamos al 5 y mis sensaciones ya no eran tan bien, empiezo a notar cansancio...mucho cansancio, estamos dentro del objetivo, kilómetro 6, mi cansancio pasa a ser sufrimiento mientras mi colega iba cada vez mejor, intento no abandonar su ritmo pero no tenía muy claro si podía aguantar. 6,300 me suelto, bajo el ritmo, no puedo, él continua a su objetivo, me frustro pero tengo que acabar...siempre. El kilómetro 7 lo hago detrás de otro corredor que tampoco puede ni mantener el que llevábamos en ese momento, me doy cuenta que intentaba evitar llevar a alguien de lastre, me da paso y lo dejo... me voy, kilómetro 8...8,5 noto como he recuperado las pulsaciones en esos kilómetros y el saber que quedaba poco para la meta me hace apretar todo lo que puedo y más, mis piernas van pero mi corazón ya va a mil por horas, demasiado, falla algo. Entro en meta en 42:30 por mi reloj y mi colega en 41:40...su objetivo cumplido.
Tras varios minutos, horas, fui siendo más consciente de que es el momento de parar...me tomo una semana de relax.